¿Gula?
El ángel del abismo se levanta temprano como de costumbre, riega las flores que tiene en el patio, acaricia a su gato, se ve al espejo y se lamenta, preparándose para un jornada laboral, sostiene su guadaña la mira detenidamente y recuerda sus inicios en la tierra, pero el dia de hoy se sentía diferente a los demás días, no tenía ganas de resonar almas.
El amor es dulce, pero su antesala, cruel.
Desde la tierra, un hombre de 54 años, canoso, nada agraciado, cansado del trabajo, chaparro, padecía de diabetes y sobrepeso, ya había él tenido algunos problemas en el trabajo por sus padecimientos, no le faltaba mucho para salir de trabajar, eran las 4:06, trabaja en un hotel como gerente; desde pequeño siempre quiso ser maestro y le gustaban mucho las matemáticas, pero el mismo se marcó el destino teniendo decisiones equivocadas, y teniendo el vicio de comer, la éxtasis de comer era tan voraz, su mayor pecado, incontrolable el hecho de que no podía estar satisfecho, pero el dia de hoy se sentía diferente a los demás días, no tenía ganas de comer.
La vida es un largo camino hacia el cansancio.
Más por el centro de la tierra, ahí por ecuador, se encontraba una bella, delicada y sabia mujer, de unos 82 años, agradecida con la vida, toda su vida estuvo llena de júbilo, amor, esperanza, ganas de todo y fuerte, se encontraba sola en una casa de madera que apenas la sostenían una base tambaleante, ahí llevaba viviendo casi toda la vida, ya sus hijos desde hace muchos años la habían olvidado, y sólo quedaban recuerdos y risas que si te acercabas a la pared se lograban oír, ella sabia que algun llegaría la tan hablada muerte a tocar a su puerta, tenía deseo de escuchar por última vez su padre, que alguna vez le enseñó a trabajar la tierra, las remembranzas de su infancia la conmovía, además, nunca se sufre por amor, se sufre por desamor, por desencanto o por indiferencia, pero nunca por amor, el amor no lastima se decía ella. Pero el dia de hoy se sentía diferente a los demas dias, no tenia ganas de vivir.
El amor es dulce, pero su antesala, cruel.
Desde la tierra, un hombre de 54 años, canoso, nada agraciado, cansado del trabajo, chaparro, padecía de diabetes y sobrepeso, ya había él tenido algunos problemas en el trabajo por sus padecimientos, no le faltaba mucho para salir de trabajar, eran las 4:06, trabaja en un hotel como gerente; desde pequeño siempre quiso ser maestro y le gustaban mucho las matemáticas, pero el mismo se marcó el destino teniendo decisiones equivocadas, y teniendo el vicio de comer, la éxtasis de comer era tan voraz, su mayor pecado, incontrolable el hecho de que no podía estar satisfecho, pero el dia de hoy se sentía diferente a los demás días, no tenía ganas de comer.
La vida es un largo camino hacia el cansancio.
Más por el centro de la tierra, ahí por ecuador, se encontraba una bella, delicada y sabia mujer, de unos 82 años, agradecida con la vida, toda su vida estuvo llena de júbilo, amor, esperanza, ganas de todo y fuerte, se encontraba sola en una casa de madera que apenas la sostenían una base tambaleante, ahí llevaba viviendo casi toda la vida, ya sus hijos desde hace muchos años la habían olvidado, y sólo quedaban recuerdos y risas que si te acercabas a la pared se lograban oír, ella sabia que algun llegaría la tan hablada muerte a tocar a su puerta, tenía deseo de escuchar por última vez su padre, que alguna vez le enseñó a trabajar la tierra, las remembranzas de su infancia la conmovía, además, nunca se sufre por amor, se sufre por desamor, por desencanto o por indiferencia, pero nunca por amor, el amor no lastima se decía ella. Pero el dia de hoy se sentía diferente a los demas dias, no tenia ganas de vivir.
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